*ADVERTENCIA:
Si es usted es una persona que cree que Linkin Park, Slipknot o System of a Down, son bandas de Metal, por favor, no lea el siguiente artículo; pues el mismo podría resultar en severos daños para sus conocimientos y sus gustos sobre el "metal".
Lo que a continuación se expone es la triste e increíble historia de la banda de Metal Extremo que alguna vez fue considerada como La Banda Más Grande del Mundo... y que terminó convertida en un simple artista pop de mierda.
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La Alineación Original |
La sola mención de la palabra "Metallica" hace un cuarto de siglo era sinónimo de agresividad musical extrema; que complementada por una ejecución técnica formidable daba como resultado un ritmo feroz y bien articulado; el cual no conoció fronteras a lo largo de una década... pero que, al final de la historia, terminaría hundiéndose miserablemente en el fracaso.
A fines de los años 70 el Punk dejaba de ser el más "extremo" estilo musical conocido por el rock, y se hundía miserablemente en el olvido, como la moda que fue. Al mismo tiempo, basados en la fuerte influencia de bandas ya establecidas como Black Sabbath, Judas Priest y U.F.O., varios músicos británicos comenzaron a explorar los límites impuestos por el rock tradicional, en favor de la velocidad y la distorsión, hasta desarrollar un sonido más agresivo y penetrante; sonido que luego se conoció como la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (o NWOBHM, por sus siglas en inglés). A su vez, estas bandas tuvieron un enorme impacto en otras agrupaciones que surgían con la nueva década.
Comenzando los años 80, el estándar impuesto por los abanderados del NWOBHM (Judas Priest, Iron Maiden , Saxon y Motörhead) generó nuevos talentos, tanto en Europa como en U.S.A.; y surgieron bandas, integradas por jóvenes fanáticos, que intentaban forzar los límites musicales a los que sus ídolos habían llegado. Entre estos nuevos talentos había un grupo de jovenecitos de la ciudad de Los Ángeles, California, que necesitaban una mayor agresividad que la ofrecida por las bandas británicas; estos muchachos, que se reunían para tocar covers de sus bandas favoritas, desarrollaron canciones propias, así como un ritmo característico al que ellos llamaban "power metal"; pues en aquellos aciagos días a nadie le importaba un carajo el nombre de un estilo o sub-género musical. Y fue así que, casi sin conocerse personalmente, buscando el sonido más extremo y devastador que fuese posible, surgió la banda llamada Metallica.
En un comienzo, Lars Ulrich (batería), James Hetfield (guitarra/voz), Dave Mustaine (guitarra) y Ron McGovney (bajo), articularon un sonido agresivo y veloz que serviría como plantilla para innumerables bandas, durante los próximos 30 años y marcaría el nacimiento de un monstruo cuyos recuerdos aún reberberan hasta nuestros días.
Luego de algunas disputas, problemas personales y encontronazos entre Hetfield y Mustaine, la formación de la banda quedó de la siguiente forma: James Hetfield (guitarra/voz), Kirk Hammett (guitarra líder), Cliff Burton (bajo) y Lars Ulrich (batería). Ésta formación generaría el primer lanzamiento de la banda: "Metal Up your Ass" (Metal por tu trasero); un título que sería cambiado por la disquera Megaforce por el menos explícito "Kill 'Em All" (Mátalos a todos). Ocurría esto en el verano de 1983... el infierno se desataba.
A partir de entonces, ya con otras bandas de igual envergadura musical en escena, como: Exodus, Anthrax, Megadeth; en U.S.A.; o Venom, Diamond Head o Atomkraft, en Inglaterra; el estándar a seguir parecía ser Metallica.
Ese primer álbum (Kill 'Em All), marcó pautas inconfundibles para el estilo de lo que luego sería conocido como "Thrash Metal":
- La velocidad constante
- La distorsión en las guitarras
- Los solos de guitarra, agudos y lacerantes
- Las vocales feroces y llenas de testosterona
- Tiempos de batería que no daban descanso
- Las líricas explícitas y violentas
A diferencia de las bandas británicas, Metallica supo conjugar perfectamente la agresividad de bandas como Venom y Motörhead, con una mayor calidad musical, sin mermar la violencia de su propuesta.
Un año después llegaría, con mucha mejor calidad de producción, el álbum Ride the Lightning (Cabalga el Trueno), que seguía los pasos del primer lanzamiento, pero con un sonido mucho más oscuro y denso. Las líricas apocalípticas eran cantos épicos que se conjugaban con los devastadores riffs de guitarra y el ritmo infernal (ya fuese veloz o pausado) que imprimía Cliff Burton con su bajo.
La cosa no paró ahí. Luego de ser el emblema del movimiento conocido ahora como "Thrash Metal", Metallica se lanzó al estrellato, arrastrando masas con su ritmo ensordecedor y estremecedor. De ahí que en 1986 sacaran al mercado un nuevo disco que es, aún hoy en día, piedra angular de la historia del metal: Master of Puppets (Maestro de Títeres). Con fuertes críticas sociales y humanas en sus líricas, violentos cambios de ritmo y densos acordes de guitarra, el álbum fue la consagración de la banda como dioses; más que genios del metal extremo. Metallica era LA BANDA por excelencia. Ya fuese uno, seguidor del Heavy Metal; del Thrash o del Death Metal, Metallica era el común denominador y una fuerza incontenible entre los amantes de la música extrema, alrededor de todo el globo terráqueo. Desafortunadamente, la desgracia comenzaría a asomar de forma trágica: el 27 de septiembre de 1986, Cliff Burton fallece en un accidente de tráfico, mientras la banda hacía una gira por Escandinavia... era el comienzo del fin.
La banda se recupera y contrata al bajista de Flotsam and Jetsam, Jason Newsted, quien, si bien no tiene la misma habilidad técnica de Burton, no le cede en entrega y agresividad.
Dos años habían transcurrido desde el fatídico accidente cuando la banda saca un nuevo álbum, con el que cerrarían su corta, aunque gloriosa, carrera bajo el nombre de Metallica: "...And Justice For All" (...Y Justicia Para Todos). Con estructuras musicales más complejas y una mejor producción, el álbum impone a Metallica como una banda capaz de alcanzar límites en la evolución musical, negados para otras bandas. Sin la crudeza del primer álbum, pero con la misma agresividad y excelente trabajo de producción, "...And Justice For All" es la culminación de lo que, quizá, pudo faltarle a los demás álbumes de Metallica. Era la cereza del pastel para una banda que había impuesto el término "Perfección" en su relativamente corta carrera.
Todo lo que emanaba de Metallica era perfecto. Eran monstruos musicales que no necesitaban de la promoción de los medios para vender miles de discos, o para ser considerados "dioses", más que ídolos... pero la ambición no es desconocida ni por aquellos que lo tienen todo, y ésta SIEMPRE termina "rompiendo el saco", como dice un popular adagio.
Al entrar a una nueva década, mientras bandas más jóvenes, de diversos estilos musicales, tenían gran impacto en los medios, Metallica toma una desicion que los llevaría a ocupar el lugar en el que hoy se encuentran: dejar el estilo musical que los llevó a reinar en los infiernos, y renunciar a su característico sonido, de forma que pudieran competir con los artistas pop de cualquier época pasada, presente o futura. La imagen que ostentaban, violenta y pesada, propia de una banda de Metal, debía cambiar por una imagen más "amigable" y "sana", que pudiese ser aceptada en nuevos mercados. La música de Metallica necesitaba una nueva imagen y un sonido que le permitieran entrar los hogares, de forma saludable, sin ser vista como una amenaza a la moral y las buenas costumbres; para lo cual debían olvidar todo lo que habían representado durante la década de los 80s, y aceptar, cual Fausto postrado ante Mefistófeles, las condiciones de emporios comerciales como la cadena de televisión Mtv. De ésta forma, para poder competir con bandas de pop/rock y boy bands, como New Kids on the Block y Guns 'n Roses, sin perder su imagen de "banda de metal pesado", Metallica contrata al productor Bob Rock, quien había estado a cargo de la grabación del álbum "Dr. Feelgood", de Mötley Crüe. Con Bob Rock, la música de Metallica sigue basándose en riffs y acordes de peso y personalidad; pero, al mismo tiempo, se la música se vuelve más "aséptica" y menos violenta. La estructura musical de "...And Justice For All" se mantene, pero la energía que la propulsaba se ha ido del todo. El "Álbum Negro" (que, en realidad, fue nombrado como la banda: "Metallica") suena sintético y falaz. La violencia y la ferocidad de los primeros álbumes han sido erradicadas en su totalidad. La "pesadez" de las canciones queda disfrazada entre la producción sobre-elaborada de la grabación y algunos acordes pegajosos; pero quedan en evidencia la falta de agresividad y la crudeza que caracterizaron a la banda durante 10 años.
Como era de esperarse, dicho álbum fue un éxito comercial. Las radios se atascaban con música del "Álbum Negro". Las baladas de dicho álbum eran la sensación en las fiestas bailables. Ahora hasta tu hermanita, quien escuchaba a Locomía y Guns n' Roses, te pedía prestadas tus cintas de Metallica... la banda emblemática de ese monstruo del averno conocido como "Metal Pesado" había decidido convertirse en una banda pop, como cualquier otra, y en símbolo del canal Mtv.
Hasta el fondo de la cloaca...
Cuando todo hacía pensar que Metallica se retiraría para siempre, dando conciertos para conmemorar épocas pasadas; o que resurgiría como el coloso infernal, que los metaleros alrededor del mundo esperaban, la desgracia se hizo absoluta... En junio de 1996, la banda Metallica acepta, ante los ojos del mundo y el juicio de la historia, que lo de ellos no era el Metal, ni la música extrema; y que nosotros, los fanáticos que los convertimos en estrellas millonarias y leyendas inmortales, no éramos quien para decidir sobre lo que a ellos, como músicos, realmente les gustaba; y que sí ellos decidían que el "metal" se tocaría, de ahí en delante, con flautas y banjos, pues que las demás bandas y las hordas de fanáticos, alrededor del mundo, se fuesen ajustando al nuevo orden. Ahora quedaba claro que, quienes verdaderamente le importaban a Metallica, eran los millones de niños para los que el Metal era un "ruido caótico y sin sentido"; y, pensando en esos potenciales fans (y futuros cimientos de su fortuna), Metallica lanzaba el álbum que significaba su deceso oficial con ese nombre para convertirse en, cual Judas de poca monta,... ¡MIERDALLICA!!!
Para dicha de los ángeles, ignominia de Satán, y escarnio de los que moraremos en el infierno, Mierdallica eligió bautizar semejante ignominia discográfica como "Load" ("Carga", de mierda, probablemente); atrocidad que se caracteriza por su devastador aburrimiento; por su vertiginosa hilaridad, y por sus líricas descafeinadas. Un álbum de Paquita La del Barrio contiene mayor furia y destrucción que ese pobre remedo de "metal pesado"... a duras penas logra rasguñar los bordes de lo que es el Hard Rock (sin ofender a bandas como AC/DC o Deep Purple).
Pero la ignominia no terminaría ahí, no... si ese parto mal formado le ganó a Mierdallica una nueva legión de adolescentes, sedientos de ritmos bailables y líricas aprobadas por las sociedades de padres de familia, un año después, en 1997, volverían con más ridiculez de la esperada, con el lanzamiento del álbum "Reload" ("Recarga", de más y de peor mierda).
Si el álbum del '96 fue tan emocionante como descubrir que a tu padre le gusta andar vestido con lencería, tacones altos y maquillado como puta; este nuevo álbum era como encontrarlo vestido de esa forma, mientras lo penetra un tipo bien dotado... así de traumática fue dicha experiencia musical.
Pocos lanzamientos, en la historia de la música, podrían catalogarse tan "pop" como éste repugnante disco; el cual parecía querer escupir el rostro de todos los metaleros decentes sobre la faz de la tierra, en vez de crear destrucción y caos en la sociedad. Lo más triste y patético era ver como los pobres diablos que integraban Mierdallica creían que imponían una "moda" en el mundo del metal. Incluso se atrevieron a salir cantando, en un video, una balada mugrosa sobre la memoria de quién sabe qué, junto con una vieja de mierda que hacía coros de "Lararara-larararara"... se habrá visto semejante desfachatez en una banda de metal.
Desgraciadamente y para oprobio de los que alguna vez enzalsamos a dicha agrupación, la historia no termina ahí; Mierdallica esperó pacientemente y cuando todos creíamos que lo peor había pasado, en 2003 (tras 7 largos años de paz), hace su aparición el álbum titulado "St. Anger" (Santa Ira). Dicho nombre no podía ser más propicio, pues no pocos fueron los hígados y riñones que estuvieron a punto de estallar a causa de la ira provocada por tal abominación musical. La canallada fue tan absoluta que, no contentos con sacar a la luz tales montañas de mierda musical, se atrevieron a diezmar a una banda tan luchadora y emblemática como Suicidal Tendencies, privándolos de su bajista, Robert Trujillo; pues Jason Newsted, seguramente harto de tanta mariconada y mediocridad, se había largado de la banda a mediados de 2001.
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La triste realidad... |
La banda estaba ahora a la altura de gigantes del "metal" como Limp Bizkit o Linkin Park.
Es aún peor el recuerdo de tan innoble creación al recordar que, con un video grabado en la famosa prisión estatal de San Quentin, California, los integrantes de Mierdallica, asociados con las autoridades a cargo de dicha prisión, procedieron a usar su música para vejar y torturar a los pobres reos; aún más allá de lo que podría haber planeado la sórdida imaginación del benemérito Dr. Jozef Mengele, 60 años antes, en Auswitzch.
Hasta los violadores de niños, encerrados en esa institución, debieron sentirse abrumados por la bajeza y la mediocridad que era capaz de mostrar el ser humano a través de la música.
Luego de 5 años recibiendo premios Grammy, felicitaciones de parte de la comunidad reguetonera y obteniendo la aprobación de las distintos grupos de padres cristianos de familia, a lo largo y ancho del planeta, en septiembre de 2008, Mierdallica añade insulto a la injuria lanzando una ofensa más, hacia el mundo del verdadero Metal, llamada "Death Magnetic" (Muerte Magnética).
Con un inútil intento de sonar como lo hicieron hace un cuarto de siglo, Mierdallica despliega temas tan poderosos que alcanza a rivalizar con los lanzamientos discográficos más estruendosos de Maná.
Mientras sus integrantes siguen engañados con la idea que en el mundo Metal, los premios y las ventas son más importantes que la música y la actitud, éste álbum es una fuerza devastadora en los países donde el Nu-Metal (Unmetal) es el rey.
Lejos y, profundamente enterrados, habían quedado los días en los que el vértigo y los tempos de la banda eran capaces de torcer el pescuezo de un búfalo...
Para finalizar este calvario, en octubre de 2011, Mierdallica se une con el compositor Lou Reed para sacar el álbum titulado (ríanse para no llorar) "Lulu", y demostrar, de una vez por todas, que la decadencia no conoce límites.
Mientras bandas como Megadeth, Anthrax o Slayer, lanzaron (y siguen lanzando) álbumes de dudosa o pésima calidad, pero álbumes de METAL, a fin de cuentas; Mierdallica sigue hundida en la ilusión del estrellato que ofrece el mundo Pop.
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La triste realidad |
Décadas han pasado desde los aciagos días en los que esa banda llamada Metallica, asolaba la Tierra con sus estruendosas notas, y sus poderosos acordes... sólo quedan ahora cuatro sujetos que lucharon (y triunfaron) para convertir a la bestia indomable que ellos habían creado, en la campeona de las boy-bands, y por tener el poder de estremecer a los "rockeritos" que no son capaces de asimilar o tolerar el metal extremo.
Luego de tan trágica y estremecedora historia, llena de triunfo, de fracaso y, últimamente, de ridículo, sólo queda la pregunta:
¿Qué le depara el destino a tan traidora banda?... ¿cuántos niños y niñas, alrededor del mundo seguirán creyendo que esa banda de mierda representa al verdadero Metal?... ¿cuánto tiempo transcurrirá antes que lancen un álbum con Justin Bieber?...
Sólo el tiempo nos dará la respuesta... pero cuando el apocalípsis zombie asole la Tierra y los muertos regresen a predar la carne de los vivos, si el cadáver de Cliff Burton (Lucifer no lo permita) llega a contemplar lo que esos mierdas de Hetfield, Hammet y, especialmente, Lars Ulrich, hicieron con la banda, seguro que el pobre caerá fulminado por la decepción y la vergüenza...
Es aún más deprimente y estremecedor el saber que aún hay miles de auto-denominados "metaleros", que defienden la sinvergüenzada y desfachatez de esos estafadores quienes, alguna vez, se ufanaron de llamarse "Metallica".