Megadeth es superior a Metallica.. le guste o no

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sábado, 31 de mayo de 2014

¿Puede existir el "metal cristiano"?


La religión, como muchas otras epidemias (ya sean, físicas o mentales), siempre ha encontrado resquicio en todo campo de desarrollo cultural, no siendo el último, la música; más en éste caso en particular, la música rock.




Siendo el rock (en especial, el rock pesado) un estilo musical encaminado y enfocado hacia la ruptura de los cánones estéticos y patrones sociales impuestos por una sociedad basada en superstic... ¡ejem! decía, una sociedad basada en creencias religiosas, llegamos a una conclusión un tanto paradójica sobre la posible existencia de tal aberración musical, como lo es el metal cristiano o, mejor dicho, el "Metal Blanco".




Dado que tanto los personajes mitológicos de dios y el diablo no son más que invenciones de la mente humana, basadas en la imposibilidad de explicar el origen y la naturaleza de los fenómenos que nos rodean, podemos concluir que por muy "blasfema" o "satánica" que una banda sea, no pasa de ser una postura opuesta a las imposiciones religiosas basadas en ese absurdo, como lo es la divinidad de un creador trascendental. Mucho podrá alabar al diablo Glen Benton, con su banda Deicide, y blasfemar hasta que su garganta produzca flemas de fuego; todo queda en simple música que se opone a un prejuicio maligno para el desarrollo de la cultura humana, llamado "religión".






Aclaremos primero el origen de la mitología cristiana (y religiosa, en general):
Como toda religión organizada y bien mercadeada, el cristianismo es parte de la "trilogía del desierto" que inventaron los judíos: el judaísmo, el cristianismo y el islam son religiones con un mismo dios patriarcal, cuyo origen está en el Oriente Medio; todas basadas en el judaísmo que, a su vez, está basado en otras religiones ya desaparecidas, de la Mesopotamia. Como la mayoría de éstas, el cristianismo se basa en la creencia en un dios todopoderoso y sobrenatural que influye sobre nuestra realidad y es el origen de la misma, bla, bla, bla... lo interesante (y cómico) del asunto, es que al dios judeo-cristiano-musulmán se le describe como la epítome de la bondad y la perfección; así como el reflejo más grande de las cualidades del ser humano... debiéndose esto a que el ser humano, en su incapacidad de explicar a ciencia cierta la naturaleza del dios que había creado, proyectó en dicho dios, sus más altos ideales y conocimientos, sin importarle que siglos después existiríamos personas que cuestionamos y criticamos todo, sin importar la fe o la dependencia que muestran las sociedades por tales supercherías. Claro, tal dios debía tener algunos atributos que lo hicieran ver como un padre modelo de las sociedades primitivas; por lo que era tanto (o más) caprichoso que los seres humanos que lo crearon: celoso, inseguro, iracundo, bi-polar, injusto, tiránico, y otras tantas dulzuras que encontraríamos en cualquier rey bárbaro del norte de Europa, durante el oscurantismo.

Y así fue usado éste dios, por algunos vivos, para dominar a la mayoría de los imbéciles; vendiéndoles la idea de una vida futura de dicha eterna, a cambio de la miseria de éste mundo cruel; para lo cual se apoyaron en una figura peculiar, adaptada de las antiguas tradiciones sumerias y griegas: el diablo; o Satán, si así lo prefieren.

Achacándole todos los males y desgracias que asolaban al Hombre, los judíos y otros pícaros fueron capaces de venderles una medicina, a los crédulos, para combatir una enfermedad inexistente: el pecado. Sólo tomaron un poco del Prometeo y el Hades griego; otro poco de la Lilith judía; un tanto del dragón Tiamat, de la mitología sumeria; así como unas gotas de la personalidad propia del ser humano y ¡listo! ya había un antagonista perfecto para el dios "perfecto" que habían creado; y, con el cual, gobernarían durante milenios la forma de pensar de millones de seres humanos.

Teniendo claro que dicha deidad no es más que un reflejo de la icónica figura de autoridad patriarcal de las sociedades de hace 2 o 3 mil años, entendemos por que en tiempos tan recientes, dicha figura de autoridad se va haciendo cada vez más lejana y apartada de nuestra realidad; puesto que ya no es tan necesario ni como explicación, ni como fin de la existencia humana... más sin embargo, nuestras sociedades modernas siguen dependiendo, en gran parte, de dichas tradiciones arcaicas y retrógradas. Es por eso que la simple mención de oposición a los "valores" impuestos y declarados, en los que se basa el cristianismo, es motivo redundante para ser considerado como "Hostis Hvmani Generis" (enemigo del género humano); epíteto dado a los piratas, hace más de 300 años.
El Enemigo, según los creyentes...


Esta marcada hostilidad del pensamiento místico-religioso, bastión adamante de la ignorancia y el atraso, hacia todo lo que representa libertad de pensamiento y ruptura de dogmas, define la postura de la música extrema (metal) en relación a dicho pensamiento religioso: o se está con la religión, o se está contra ella.

Esa asociación de la música metal con la figura icónica de Satán es, en parte, el mejor ejemplo de lo que establece la religión con respecto a tan noble género musical; para la religión, el diablo es lo peor y el más despreciable ser sobre la faz del universo; si el metal está asociado implícita, o explícita mente, a ésta figura, entonces no nos queda otra alternativa que decir: El Metal es contrario a la idea del dios judeo-cristiano-musulmán.

Habrá mucho tipo ahí afuera que tenga sus creencias y disfrute del buen metal... Dave Mustaine, para el caso; pero no nos engañemos, jóvenes: el carpintero aquél que se creía dios lo dijo claramente en "El Libro de los Disparates" , como se refirió a la biblia, el benemérito José Saramago: "Al César lo que es del César; y a dios lo que es de dios...". Si alguien quiere hacer mención de bandas cristianas o de miembros de bandas, con creencias religiosas, muy bien por ustedes; crean lo que les plazca... si su dios existe, odia al Metal y todo lo que esté relacionado con él; igual, el metal, en todas sus expresiones, abjura de todo tipo de obediencia religiosa.



Sí... ya escucho a algún que otro imbécil diciendo "¿y entonces qué pasa con las bandas que adoran a Satán?"; no existe tal personaje; y de existir, poco o nada le importaría lo que alguien escuche o deje de escuchar, pues ese, justamente, es el defecto que le achaca el cristianismo a Satán: la libertad de elegir y vivir fuera de los preceptos religiosos y los dogmas. Si algún miembro, de cualquier banda sobre la faz de la Tierra, realmente adora a Satán, y cree en su existencia, ese tipo tiene serios problemas emocionales y psicológicos. La deificación o exaltación de la figura del Demonio está más relacionada con la libertad y la oposición a la estupidez religiosa, que a la adoración de ese personaje al que llaman "demonio".

Así que entiendan de una puta vez: el diablo, Satán, Lucifer, o como quieran llamarlo, es sólo un simbolismo para expresar una oposición a su dios. Es esa oposición a la religión organizada que nos convierte en seres superiores y libres, capaces de decidir sobre nuestro destino, y lo que nos diferencia de ovejas y borregos, que necesitan de pastores y profetas que los guíen para esquilmarlos y sacrificarlos... El Metal es la personificación acústica de la separación entre la Iglesia y el Estado; es esa libertad la que que nos impide ser simples bestias de carga y nos convierte en la sangre más noble.
NUNCA lo olviden: toda la parafernalia satánica que rodea a la música metálica es simple simbología de oposición a la estupidez, intolerancia y atraso que representa la religión.
"La religión ha sido la raíz de demasiada maldad"
-King Diamond





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